Para poder llevar a cabo este examen, el paciente deberá sentarse en una silla con la espalda recta. Frente a él, a un metro de distancia, tendrá una pantalla cuyo centro coincidirá en altura con la posición de sus ojos.

A continuación, el especialista le entregará unas gafas especiales que tienen un cristal de color verde y otro cristal de color rojo para que se las ponga y poder comenzar así la prueba.

Con una linterna, el paciente deberá apuntar a la luz que estará proyectando el especialista sobre la pantalla. Es decir, que con su propia linterna indicará el mismo punto de la pantalla que esté indicando el especialista.

Mientras tanto, el paciente deberá ir fijando la mirada donde le vaya diciendo el especialista, pero siempre moviendo únicamente los ojos y no la cabeza.

Si el paciente tiene algún tipo de desviación, apuntará con su linterna en un lugar diferente a la del especialista; y a veces incluso alumbrá fuera de la pantalla.

El especialista irá apuntando todos estos datos y con ellos realizará un estudio que le indicará el nivel de motricidad de cada uno de los ojos del paciente.