La vacunación es la principal solución para frenar la propagación del COVID-19 en nuestro país y a nivel internacional. Después de más de un año de pandemia mucho se está opinando sobre este método, valorando si se trata de una buena alternativa o no. Por eso, desde Grupo Virtus consideramos especialmente necesario profundizar en algunos grupos de pacientes en función de sus necesidades médicas.

Uno de los aspectos más controvertidos es el tema de vacunación sí o vacunación no a las embarazadas. Por ello, nos parece interesante tener en cuenta las indicaciones que se han compartido desde FACME, Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas.

En este sentido, desde la Federación indican que no se debe proponer la vacunación generalizada a las embarazadas en esta primera etapa de la estrategia de vacunación. Otro de los factores a tener en cuenta, es evitar el embarazo hasta un mes después de la segunda dosis. No obstante, si una mujer confirma que está embarazada tras haber iniciado la vacunación, habría que esperar a dar a luz para recibir la segunda dosis.

Otro de los aspectos a valorar es que si se vacuna a una mujer que no sabía que estaba embarazada debe documentarse el caso para seguir los posibles efectos en el embarazo y en el neonato.

Por tanto, la mujer embarazada debe recibir información clara y detallada de la información que se dispone hoy en día y es libre para decidir si quiere vacunarse o no, pero siempre tendrá que firmar antes de recibir la vacuna un consentimiento informado.

Conscientes de esta situación hemos ido analizando la idoneidad de este método, por ejemplo, en el grupo de pacientes con alergias (puedes hacer clic aquí para leerlo).

Dra. María Blázquez Fernández

Alergóloga en Centro Médico Complutense (Grupo Virtus)